La presencia de la tecnología IoT en las grandes compañías evidencia lo que será el futuro más cercano del tejido empresarial a nivel mundial
Hablar de tecnologías digitales ya no abarca tan solo a unas pocas multinacionales de reputación. Atrás quedó el tratar la más avanzada digitalización como si de un utópico proyecto se tratara. El Internet de las Cosas es una realidad marcada por el impulso del 5G, Covid-19 y los fondos procedentes de los gobiernos que hacen posible que los objetos conectados convivan en el presente.
Son las grandes compañías las que en nuestro país van abriendo camino y desplegando la tecnología IoT. Negocios de referencia de todo tipo, no solo los más ávidos de los últimos avances como pueden ser el de las telecomunicaciones o el automóvil, pero también empresas mucho más concurridas como las del textil, ya utilizan la más exquisita tecnología en sus productos, sin embargo, a pesar de estar cada vez más presente entre nosotros, no resulta una tecnología tan reconocida por todos.
Por qué IoT
Prácticamente todos los sectores de la industria y los negocios caen, paulatinamente, rendidos a la tecnología de las cosas: salud, smart cities, logística, retail, el sector primario… Pero, ¿qué diferencia a IoT de otras tecnologías para que el futuro “dependa” de ello?
Lo que antes suponía una inversión para mejorar ciertos aspectos en las diferentes empresas de nuestro país, y a la que no todos podían hacer frente, ahora se ha convertido en una necesidad para despuntar por encima del resto y mantener el negocio acorde con el avance de la digitalización. A pesar de ello, existe un factor determinante que hace posible que cada vez más, empresas de toda índole apuesten por el IoT para su ejercicio: el abaratamiento de los sensores.
Hace tan solo unos años, era impensable que el pequeño comercio invirtiera en hardware para impulsar su ejercicio, o que la agricultura se valiera de sensores para medir la humedad de la tierra. La accesibilidad a IoT está prácticamente al alcance de todos gracias a la disminución de los precios para poder estar conectados a esta tecnología, pero también, gracias al despliegue de redes de quinta generación.
Impulsores del IoT
El 5G será el gran impulsor del IoT. Su desarrollo será el amplificador de esta tecnología a todos los niveles, desde las de mayor sensibilidad como puede ser la Inteligencia Artificial, hasta las más cotidianas como pueden ser las etiquetas de las prendas textiles que ya se pueden ver en las tiendas.
Y esto solo es el principio. Se estima que el próximo año, el 62% de los dispositivos estarán conectados a IoT. La tecnología de las cosas facilitará las tareas de millones de personas, pero también podrán alertar de catástrofes naturales, por ejemplo. Sin embargo, el 5G no es el único factor determinante para desplegar todo el potencial del IoT. Sin el respaldo económico de los gobiernos, nada de ello será posible.