La industria 4.0 se apoya fuertemente en tecnologías como Internet de las cosas (IoT), big data, sistemas ciberfísicos (CPS) y computación en la Nube. Esta cuarta revolución industrial está explotando nuevos sistemas inteligentes y conectandolos para mejorar tanto la flexibilidad como la eficiencia de las industrias, aportando una inteligencia mejorada que se deriva de la interconexión de dispositivos, maquinarias y sistemas más grandes, tanto dentro como entre usuarios y sitios de la industria.
Estas tecnologías ya provocaron la aparición del concepto “Energía 4.0”, en un escenario global de preocupación por el cambio climático y demanda de reducción de emisiones, en el que existe una presión cada vez mayor para abordar tanto el volumen como el tipo de consumo de energía en todas las áreas, y para utilizar soluciones nuevas e innovadoras.
De esta manera, el sector de energía y servicios públicos se encuentra fuertemente marcado por tres tendencias crecientes: electrificación, descarbonización y descentralización.
Superpuesto a estas tendencias se encuentra el avance de las tecnologías digitales, que actúan a la vez como catalizadoras, disruptoras y habilitadoras. A su vez, el sector está adoptando innovaciones emergentes como IoT, la ciencia de datos, el aprendizaje automático y cloud computing para construir redes inteligentes, administrar energía renovable y generación distribuida.
Por su parte, el uso de big data e inteligencia artificial en la gestión energética permite optimizar estos sistemas complejos y reduce el uso redundante de electricidad.
En cuanto a las industrias de servicios públicos, ya se utilizan drones y sensores inteligentes para inspeccionar instalaciones y líneas: los medidores de red inteligente brindan datos actualizados al minuto sobre la demanda de petróleo, gas, agua y electricidad.
Los dispositivos IoT también pueden monitorear cambios en la temperatura, la humedad y las vibraciones, lo que permite prevenir fallas en los equipos y aumentar la seguridad del personal.
Múltiples medidores en grandes instalaciones proporcionan los datos que dan forma a la toma de decisiones en tiempo real para que los servicios públicos se vuelvan más estables y sostenibles. En este contexto, las empresas de servicios públicos y los proveedores de energía se están desplazando hacia la Industria 4.0, con un objetivo final: una gestión energética más eficiente.
Siguiendo este camino, los productores de energía tendrán muchos más datos para analizar gracias a IoT, lo que les ayudará a satisfacer las demandas de energía con menos tensión en la red. Y la tecnología inteligente también refinará los procesos operativos basados en datos de sensores que monitorean las necesidades de electricidad.