Dulces sueños: cómo el Internet de las Cosas puede mejorar los patrones de descanso
La utilización de dispositivos con IoT puede contribuir al mejoramiento de los ciclos de sueño y, de esta forma, a la salud física y mental.
Una de las principales consecuencias de la carencia de buenas rutinas de descanso y de la irregularidad del sueño, es la afectación de la salud física y mental. De acuerdo con el National Health Service (NHS), dormir durante menos de 7 horas diarias puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, depresión, hipertensión y diabetes.
En este marco, la tecnología se ha convertido en una herramienta que permite analizar y tratar desordenes del sueño que, finalmente, pueden desencadenar en problemas mayores. Dentro de las respuestas que han surgido, el Internet de las Cosas se ha catapultado como un facilitador de herramientas que contribuyen al mejoramiento de los ciclos del sueño.
Ejemplo de esto, son sensores que monitorean patrones respiratorios, pulso cardiaco y los ronquidos mientras que el usuario descansa. Dependiendo del diseño de cada dispositivo, estos pueden ser ubicados en diferentes lugares de la cama, ofreciendo soluciones igualmente diversas. De un lado, se han patentado sensores que son ubicados en las almohadas y que tienen una batería con una vida útil de hasta 6 meses. Dentro de sus funciones, el dispositivo se conecta por vía wi-fi a smartphones. Allí, configura una alarma que se activa en las fases más livianas del sueño, generando un mayor descanso. Este dispositivo también recolecta datos sobre los patrones de sueño y envía sugerencias para mejorar la calidad del descanso. El usuario también puede activar una opción de reproducción de música o white noise si así lo desea.
De otra parte, existen sensores que pueden ser incorporados al colchón y que, además de analizar los patrones de sueño, pueden modificar las condiciones del ambiente para mejorar los ciclos de descanso. Esto se realiza por medio de la conexión a otros dispositivos inteligentes que se instalan en el hogar. Así, el sensor logra detectar el ingreso de la persona a la cama y se pone en funcionamiento. Dentro de las funciones, se encuentran la moderación de las luces por medio de un sistema de iluminación inteligente y la regulación de la temperatura del hogar para que sea lo suficientemente confortable para generar un buen descanso. Algunos sensores incluso incluyen dispositivos de vibración para fomentar el cambio de posición durante el sueño y, así, disminuir los ronquidos.
Con base en las soluciones que ofrece el IoT en este campo, investigadores del proyecto European Union’s Horizon 2020 desarrollaron estudios que comprueban que la incorporación del Internet de las Cosas al ciclo del sueño puede ayudar a disminuir las consecuencias de la apnea obstructiva del sueño en adultos mayores. Esto se logra por medio de la utilización de sensores que monitorean cuatro aspectos: Parámetros del sueño (humedad, temperatura del ambiente y fases del sueño), parámetros psicológicos (pulso cardíaco y ronquidos), actividad física (número de pasos y peso por medio de básculas inteligentes) y polución del aire. De acuerdo con los estudios, la aplicación de estas soluciones probó un 93,3% de efectividad en el tratamiento en contra de esta enfermedad.