Los cocodrilos marinos o estuarios son la especie de reptil más grande del mundo. En la actualidad, estos animales ocupan áreas en el sudeste asiático y en el norte de Australia. De acuerdo con el Department of Environment and Energy de Australia, la población de cocodrilos estuarios se calcula entre los 100.000 y 200.000 ejemplares en territorio australiano.
Sin embargo, durante los últimos años se han presentado numerosos reportes de ataques a bañistas en zonas cercanas al hábitat de estos animales, especialmente en el estado de Queensland. Por ello, el gobierno local ha decidido trabajar conjuntamente con Little Riper Group de la Universidad de Tecnología de Sidney. El proyecto se enfoca en el desarrollo de drones que sean capaces de identificar y ahuyentar a los reptiles, así como de alarmar a los bañistas y enviar alertas a los salvavidas en las zonas cercanas.
La utilización de drones no es una estrategia nueva en la salvaguardia de la vida de bañistas en Australia. Desde hace algunos años, el gobierno decidió utilizar estos dispositivos como herramienta para prevenir los ataques de tiburones en las costas. Sin embargo, el desarrollo de drones capaces de detectar cocodrilos presenta un mayor desafío. Esto, debido a las aguas turbias y ambientes lodosos en los que los animales habitan, así como los largos periodos de tiempo en que permanecen bajo el agua.
No obstante, los drones desarrollados cuentan con Inteligencia Artificial, que les permite identificar hasta 16 especies distintas de animales marinos con un 93% de exactitud. Los dispositivos cuentan con sirenas, sistemas de audio y salvavidas que pueden ser suministrados a los bañistas que se encuentren en peligro. Además, los desarrolladores lograron disminuir la latencia de 10 segundos a 1 segundo, permitiendo que los salvavidas y autoridades locales, quienes tienen acceso al video de los drones vía Smartphone, puedan reaccionar lo más pronto posible.