IoT alrededor de su cuello: accesorios conectados
La incursión del IoT en la joyería promete llevar a los accesorios más allá del monitoreo de actividad física.
Desde la creación de las primeras versiones de un smartwatch en 1972, se han incorporado diferentes características a estos accesorios que buscan ofrecer una experiencia más personalizada al usuario. Sin embargo, la utilización de estos dispositivos se popularizó con la adopción de sensores capaces de monitorear la actividad física, enviar alertas de llamadas y de controlar la reproducción de música. De acuerdo con la firma consultora Forrester, la industria de wearables presentará un crecimiento de USD 4.2 mil millones entre 2017 y 2022.
Sin embargo, en los últimos años se ha incrementado la creación de otro tipo de accesorios inteligentes que llevan sus beneficios más allá del monitoreo de actividades físicas. Dentro de estos, es posible encontrar collares, broches, anillos, aretes y brazaletes, y sus funciones pueden ser categorizadas en tres tipos: salud, productividad, ocio o comunicación de campo cercano.
Salud:
Las aplicaciones en la salud son quizá la función más común de los accesorios inteligentes. Entre ellas se encuentran el monitoreo de patrones de sueño, sensores de pulso cardiaco capaces de detectar el estrés y de enviar recordatorios de meditación, y dispositivos que miden la exposición a rayos UV a lo largo del día. Una de las últimas innovaciones en este campo es la adaptación de sistemas de monitoreo de los ciclos menstruales. Por medio de estas herramientas, se busca no solo prevenir embarazos no deseados, sino también, ayudar a conocer las ventanas de fertilidad y, posteriormente, apoyar el cuidado prenatal.
Productividad:
Una de las aplicaciones más utilizadas en los smartwatches es la alerta de mensajes de texto y llamadas telefónicas. En el caso de dispositivos como anillos o collares conectados, estos mismos avisos son enviados por medio de vibraciones sutiles y de la iluminación del aparato. Adicionalmente, se ofrecen sistemas de grabación de mensajes de voz que se convierten en recordatorios y metas que pueden ser seguidas por el usuario por medio de aplicaciones para teléfonos inteligentes.
Ocio:
Los accesorios conectados también ofrecen alternativas de esparcimiento para sus usuarios. Así, es posible encontrar brazaletes capaces de reproducir música a distancia, realizar presentaciones o de tomar selfies al ser conectados con un smartphone.
Comunicación de campo cercano:
Dentro de las funciones menos comunes en la joyería conectada, se identifica la incorporación de sensores NFC (Near Field Communication). Estos permiten programar el accesorio para que, en contacto con otro dispositivo, genere una respuesta escogida por el usuario. Ejemplo de ello, es la adaptación de anillos para abrir y cerrar puertas o generar pagos sin contacto con tarjetas débito o crédito.
El avance en estos accesorios abre un nuevo mundo de posibilidades para el desarrollo de innovaciones que mejoren la calidad de vida y las experiencias de los usuarios.